Carta al amor según San Valentín

Te escribo porque
no tengo nadie
a quien escribir.
Tengo muchas cosas que contarte
y millones de respuestas que preguntarte.

Me gustaría decirte
que me eres indiferente,
pero que te voy a contar,
si sabes que no paro de buscarte.

Te podría hacer mil canciones
y dedicarte más versos
pero para qué,
si al final vendrás sin llamarte.

No necesito catorces de febrero,
para decirte que te quiero,
ni ramos de flores,
ni caricias por la espalda,
ni abrazarte cuando llores,
ni mejillas sonrojadas.
No lo necesito
para decirte que quiero,
ya sabes que vivo
en el filo de la navaja,
a dos pasos del abismo,
y que aquí te espero
para que,
si tu quieres,
el precipicio
sea más llevadero

Y ahora dime:
¿por qué una noche,
en cuanto me di la vuelta,
te fuiste?
Al menos
podrías haber cerrado la puerta,
así no habría pensado que volverías,
como tarde al mediodía...

No se,
¿por qué no me dijiste adiós?
Ya ves como soy,
no he tardado en escribirte,
no te habría guardado rencor.

No voy a mentirte,
me mata el dolor.
Me levanto todos los días
revuelvo el armario
y abro el cajón:
te dejaste olvidado
las bragas rojas
y trocitos de tu corazón.

Pero bueno,
ya estamos en febrero
y mientras oigo llover,
te escribo en papel mojado
cartas de mentira,
hasta que la tinta
se me haya secado,
con la puerta entreabierta
por si quieres volver.

Escrito un 14 de febrero cualquiera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fenómeno Podemos, colapso de la política y regresión infinita.

No hay sapos para tanto príncipe

MDJ - Vuela, pero despacito